Un sábado cualquiera.
La compañía del otro, de quien sea,
siempre nos es, finalmente, extraña.
Un día, o una noche para ser exactos
encuentro unos ojos cerca de los mios,
una mirada que se me ofrece,
y que se ofrece a aceptar la mía.
La suya es mirada límpia, honesta,
sin el poso de los años y el asco,
que me grita mírame, estoy aquí.
Y yo, que llevo tiempo sin ver nada
por llevarme bien con mi ceguera,
no sé si los estoy abriendo
o soy partícipe de una bella ensoñación,
pero dejo que suceda.
Todo marcha como un plácido sueño,
Lo suficientemente bien para que,
tras su despedida,
todo sean dudas
sobre engaños encubiertos
o nuevas oportunidades.
6 comentarios:
Ya lo dijo Sartre, que el infierno son los demás, pero muy pocos han contado que andaba mirándose al espejo en aquel instante...
Este no lo he entendido. Pero el comentario de javi me hace gracia.
Simplemente continúa dejando que suceda, deshazte de tu oscuro caparazón y atrévete a ser todo lo feliz que mereces ser de una vez junto a alguien que, sólo espero y deseo, también merezca serlo a tu lado. Ánimo y hasta siempre Woswis.
Javi, mal amigo el espejo...
Orayo, te recomiendo encarecidamente el blog de Javi, creo que te gustará.
Anónimo, gracias por los ánimos, pero hasta siempre es mucho tiempo.
yo en estos 3 años he aprendido una cosa que si no arriesgas no encuentras la alegria y la comodidad que ansiadamante seguimos buscando hasta cuando estamos muertos, asi que apuesta fuerte o nunca ganaras nada, DESCUBRETE, SAL DE DONDE ESTES
jajajaja parezco un brujo invocando algo.
por cierto no puedes ponerme en tus enlaces? vendeme un poco que tu tienes muchos lectores, gracias.
sirkikus.blogspot.com
Disfruta cada instante... me alegro mucho.
Un besote
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