Relatos de Parada.
No amigos, no voy a hablar del megaídolo otaku Jose Manuel Parada, del que tanto y tan bueno se ha dicho ya. Ayer fue Sant Jordi, o el Día del Libro, y dejé la pizzería para echar una mano a unos amigos libreros. Decidieron que, dado mi regio porte y mi indiscutible carisma, estuviese en la parada de la plaza del Mercadal. Y maldita la hora en que uno hace amigos o establece cualquier vínculo de cualquier clase con cualquier individuo humano. 17 horas que me tuvieron vendiendo Buenafuentes, Polonias, Sangres de Inocentes, Claves Gaudí, y otras miserias literarias de parecido calado. Además tenía que compartir un espacio de 2x6 metros con 9 personitas más, por lo que atender a la embravecida jauría de capullox que nos rodeaba como si aquello fuera la primera pantalla del Resident Evil suscitaba cierta sensación de claustrofobia. Ya me he desquitado un poco. Es que resulta que soy un quejica...
Por otro lado hubo divertidas anécdotas, y todo transcurrió sin incidentes severo-graves. A media mañana, se dirigió a mí un cura viejuno, gordo y canoso, para decirme con grandes aspavientos que a ver dónde copón estaba su libro, que no lo veía. Se ve que un par de años atrás había publicado "Santuarios de las comarcas de Tarragona" y mucha fue la fe que puso en su obra, ya que esperaba ver toneladas de semejante ladrillo allí en la parada, compitiendo codo con codo con los grandes. Se largó indignado, y luego regresó un par de veces a lo largo del día para ver si habíamos cambiado de opinión, cosa que, obviamente, no pasó.
A media tarde vino don Isidro, el loco manso que alguna vez se pasa por la pizzería para recordarnos que los Testigos de Jehová lo drogaron y lo metieron en un avión con destino Mallorca. La historia que me contó esta vez era algo más inquietante... Mientras agitaba en el aire un ejemplar de "Suba su autoestima", me contaba que, cuando lo llevaron a Madrid, una de dos, o se volvió loco, o sus brazos son de acero puro (?¿?¿?¿). Tal cual, me lo repitió dos veces. Normalmente sé que decirle, pero esta vez no supe que cara poner, sólo una medio sonrisa nerviosa y un "ya, ya... si es que..." Ahora que lo pienso, luego se largó sin pagar el libro...
Como yo era el único valiente con morro que había en la parada, me endilgaron todas las entrevistas que vinieron a hacer diarios, teles, radios y medios en general. Hice unas seis, y en todas soltaba el mismo discurso de mierda que no voy a repetir por puro hastío. El caso es que me mostré tan locuaz y elegante en mi discurso que... no sé... esperaba que hoy me llamase Hub Hebner o Jordi González, o algún grande de estos, para darme alguna oportunidad...
De vuelta a la Pizzería, Menguile me informó que aquello había estado más tranquilo que un lunes en el Museo de las Txapelas de Seattle.
Qué asco de día.
Por otro lado hubo divertidas anécdotas, y todo transcurrió sin incidentes severo-graves. A media mañana, se dirigió a mí un cura viejuno, gordo y canoso, para decirme con grandes aspavientos que a ver dónde copón estaba su libro, que no lo veía. Se ve que un par de años atrás había publicado "Santuarios de las comarcas de Tarragona" y mucha fue la fe que puso en su obra, ya que esperaba ver toneladas de semejante ladrillo allí en la parada, compitiendo codo con codo con los grandes. Se largó indignado, y luego regresó un par de veces a lo largo del día para ver si habíamos cambiado de opinión, cosa que, obviamente, no pasó.
A media tarde vino don Isidro, el loco manso que alguna vez se pasa por la pizzería para recordarnos que los Testigos de Jehová lo drogaron y lo metieron en un avión con destino Mallorca. La historia que me contó esta vez era algo más inquietante... Mientras agitaba en el aire un ejemplar de "Suba su autoestima", me contaba que, cuando lo llevaron a Madrid, una de dos, o se volvió loco, o sus brazos son de acero puro (?¿?¿?¿). Tal cual, me lo repitió dos veces. Normalmente sé que decirle, pero esta vez no supe que cara poner, sólo una medio sonrisa nerviosa y un "ya, ya... si es que..." Ahora que lo pienso, luego se largó sin pagar el libro...
Como yo era el único valiente con morro que había en la parada, me endilgaron todas las entrevistas que vinieron a hacer diarios, teles, radios y medios en general. Hice unas seis, y en todas soltaba el mismo discurso de mierda que no voy a repetir por puro hastío. El caso es que me mostré tan locuaz y elegante en mi discurso que... no sé... esperaba que hoy me llamase Hub Hebner o Jordi González, o algún grande de estos, para darme alguna oportunidad...
De vuelta a la Pizzería, Menguile me informó que aquello había estado más tranquilo que un lunes en el Museo de las Txapelas de Seattle.
Qué asco de día.
14 comentarios:
Jajaja di que sí. Menuda mierda de día.
Dejaré constancia aquí de algunas de mis anécdotas. Primeramente, me toqué la panza con la dereha. Después, por el lado izquierdo. Luego con la mano izquierda. Luego probé de hacerlo con las dos a la vez, y después de un incommesurable esfuerzo lo conseguí. Y así pasó la mañana, experimentando innovadoras formas de tocarme la panza sin hacer nada más, innovando este concepto para la humanidad. Fue tal mi experimentación que creo que voy a plasmar mi experiencia y descubrimientos en este tan necesario campo, en un libro que seguro será éxito de ventas el próximo Sant Jordi.
Por la tarde ya vendí algunos textos de gran alta sabiduría, como la Guía para la Vida de House (porque, evidentemente, su vida es de una felicidad que todos procuramos alcanzar), o Cómo Cagar en el Monte.
Ah! Y no olvidar el agradecimiento debido que se merece el frutero de delante, que vino cada 5 min (exactos!!!!!) a traerme una pieza de fruta nueva cada vez. (Pesao!!) Tengo como 20 tipos de fruta distintos en mi casa, no sabía que existieran tantos.
Menuda mierda de día.
Jejeje, pues yo vi los toros desde la barrera. Me di un paseíto por unas atestadas Ramblas y fui a comer unas tapas e ingerir unas birras en una terracita de la barceloneta y luego al taho donde tuve una bronca monumental con un cliente que me jodió un día que se presentaba la mar de plácido.
Anda que no venir al saló (al final sólo se animó el bueno de Tregon), lo pasamos bien y fuimos con Yume a un frankfurt la mar de kostroso.
¡16 putas horas en pié! Eso sí, esa noche duermes más y mejor que cualquier otra del año...
No fuiste al Saló????
Pues se te acabaron las excusas para no haber venido a cenar a casa, putarrona de vias anchas!
Del Vaughan me lo esperaba, de hecho lo sabía (me lo dijo él) pero de tí... también, zorra.
Si no fuese porque la salchicha a la que me invitaste el otro día estaba muy rica...
Julandróns, no save ud. la suerte que tuvo aburriédose. Le cambio gustoso 20 sant jordis suyos por uno mio...
Bueno Berrakus, ya me contará domingo qué tal el saló, y como le va al señor Yume.
Shaggy, usted soportó estoicamente a mi lado ese delirio de letras tontas por cuarto año consecutivo, felicidades.
Xabaras, sepa disculpar mi inconcreción respecto a esa cena que, por supuesto, queda pendiente. Tengo en casita el encargo del señor Fanou!
Lo cerca que está la "b" de la "v" eh?, en el anterior comentario quise decir "sabe", la alternativa es un anglicismo que no viene del todo a cuento...
Joder, me he vuelto un señor!?!?!!!
Pues este fin de semana, como no nos busques en Galicia, no nos encuentras.
"La baca que beo es muy vonita vernardo". ¿Lo be señor wos? No es tan dificil.
Recuerdo una vez que estuve en Reus por san Jordi, la plaza esa es un verdadero infierno Vietcon.
Yo hace tiempo que decidí que para ese día se acabaron los paseos por las ramblas, lo único que te apetece es sacar una katana y aniquilar a todo el mundo que camina plácidamente por allí.
saludos.
PD: por cierto, fantásticas lecturas las de tu post anterior. La conjura de los necios es mi libro de cabecera por si tengo que hacer un regalo, aunque ahora lo estoy reemplazando por "Hapinnes" de Will Ferguson, que es de lo mejor que he leído últimamente.
wois, animo el proximo Sant Jordi, pues este por lo que veo demasiado duro.
Tendrias que haber venido a la biblioteca, no habia practicamente nadie, una tranquilidad...mmm...
Animo y a regenerar toca!
Me despisté Fanou, sorry.
Mon, quien tiene voca se equiboca!
Pauli, recuerdo una visita suya entre las oleadas de gentuza. Cualquier día puedes comprar un libro, es un gran secreto que la gente no sabe!
Jaume, qué envidia, ojalá algún día las bibliotecas gocen de semejante gentío, otro secreto que la gente quizá no sabe es que... Es gratis!!!
Joder, Isidro se merece venir a tomar unas putas birras con nosotros!!!
Por cierto, a qué salchicha invitaste a xabaras???
Joder, pues aquí por Madrid este excelso Día del Libro dejé que pasara sin pena ni gloria...Qué malvada persona soy, jolin. Como penitencia me leeré algo (más) de Dan Brown, hala.
Por cierto, quiero decir que mi biblioteca es la ostia, devuelvo los libros y las pelis mes y medio tarde y no sólo no me dicen nada sino que encima me dan las gracias...Qué majos.
Se le saluda, Woswis.
El dia de Sant Jordi es un dia para hacer negocio con los best-sellers.
Nada de promover la cultura. En Valencia montan una feria del libro en unos jardines, pero como mi genero (la ciencia ficcion) esta mal y escasamente representado ya no paso por alli.
Por cierto, odio a la gente que me obstruye el paso cuando voy en bici o a correr. ¿Porque me siento extraño cuando son ellos los que invaden mi espacio?
salu2!
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