Trileros en carnaval.
Siempre es el mismo tipo.
Me llamó de Vomistar
con una sedosa voz femenina
para ofrecerme un gran contrato
(regumeyo2, de onda larga)
y no acerté el cubo ni de lejos.
Se disfrazó de familiar
y tiró de sangre
para astillarme años de sudor,
y creí acertar pero
volvió a reir a mi costa.
Sabe que si se pone corbata
a rayas o
a cuadros o
con albatros suicidas,
me tiene en el bote
y me resigno a la derrota
por anticipado.
Tiene tantas caras
que no sabría cuál girarle y,
a la vez,
no perder los cubos de vista.
Lo gracioso sucedió en Madrid
cerca de Atocha.
Llevaba su auténtica piel,
Conan el trilero,
el de las falanginas hipermusculadas
de toda la vida.
Y aún no sé bien como,
pero le saqué 20 euros.
Fue reconfortante
ganar al menos una batalla
en esa guerra que todos tenemos
más que perdida.
1 comentario:
¿Te refieres al COnde Olaf?
PD: M.A Berracus está listo para dar el salto a la Videoarena. Esta vez a costa del fracaso de Expaña en eurovisión. Tate atento.
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