De ir y venir
Esclavo, presto a la sodomización de la metáfora
eso sí, perfumadita de brea.
Incapaz de localizar qué es lo que me supera o,
ya no se diferenciarlo, me hipnotiza.
Frustrado cazatalentos en ese espeso territorio
que es uno mismo.
Sin remordimiento alguno si la nostalgia desaparece
debido a un gol de Eto'o, o dos. O de Belletti.
Por alguna razón eso me recuerda
que tengo los ladrillos
para construir algo
grande o pequeño,
sin métrica o, más imperdonable, sin gracia alguna.
Finalmente me alegra estar aquí de nuevo.
Y como lo que cuenta es el final...
2 comentarios:
Espero que el esfuerzo que te pida verturbio por aquí no te deje lo suficicientemente esmegmatizado como para no querer turbier en otros lares...
Juas, me parto. Eres de la coña, "el hombre que ve turbio... ¿Se te ocurrió cagando?
Ahora fuera coñas, dejate de estupideces paranoico-esquizofrénicas y no cierres esto. Y bienvenido.
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