Icaro lo consiguió.
Sin que se lo permitiera saber
su prodigiosa ingenuidad,
Ícaro consiguió abandonar el laberinto.
Y lo habría conseguido antes
si se hubiese hecho las alas de plomo
en lugar de cera.
Se trata de hacerlo mal.
Unas alas bien construidas
planificadas y funcionales
lo sacarían de aquel laberinto
para meterlo en otro
acaso peor, más enrevesado.
Abandonar o conformarse.
Dédalo se debió dedicar
a escribir autoayuda,
en lugar de tomarle el pelo
a su querido hijo.