Niñez, divino inodoro.
Yo seré
Tú serás
El será
Nosotros seremos
Vosotros seréis
Ellos serán
Fue en el colegio
donde me leyeron los primeros poemas.
Las formas personales del verbo
tenían algo de misterioso,
lírico e inocente.
Y, en el ejemplo de arriba,
de una ingenua belleza.
1 comentario:
Si al final de cada "ser" añades cretino no es tanta la ingenuidad, si te fijas. La vida es efectiva escultora, mendiós!
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