sábado, febrero 10, 2007

Carnaval es todo el año.

El tipo entró en la pizzería hablando por el móvil. Se sentó en la barra y mientras iba hablando me hacía gestos para que le pusiera una copita de Cavernet-Sauvignon del 67.
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Sí cariño, estoy en el dentista... Luego pasaré por casa y recogeré a los niños, no te preocupes... ¿Tú te vas de compras con Pili? Fantástico pero no abuses que este més toca pagar el yate... Bien... Bien... Adiós princesa, adiós...- Me miró, y luego se giró al oir el chirriar de la puerta.
Entró una rubia de estas que quitan el hipo, y se sentó al lado del marido ejemplar. Se dieron un largo beso mientras ella me hacía ademanes para que le sirviese otro Cavernet, pero del 71 si era posible. Empezaron a darse el lote despiadadamente mientras yo pensaba en las fabulosas mentiras de papel que se fabrica el ser humano.
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Bueno cuchirrín, ¿a qué hotel vamos hoy?
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Pues mira, he pensado en el...
Y se quedó con la palabra en la boca, mirando embobado hacia la puerta. Una pareja entraba riendo y achuchándose. Por la mirada del marido ejemplar, deduje que la mujer con la mano en el culo del otro tipo, era la suya. Los cuatro se quedaron paralizados, mirándose en silencio. Un silencio que yo hubiese querido enmarcar y colgar en el museo de los horrores.
La rubia fue la primera en reaccionar.
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¡Cariño!- Le dijo al tipo que acababa de entrar, con lo cual descubrí que el pastel era de dos pisos. Un engaño doble, delicioso -Qué casualidad. Me acabo de encontrar a Juan aquí. Estábamos tomando algo y hablando de... ti. Hablaba de lo que me mimas y todo eso...
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Hola amor- Dijo el primer tipo -Había una cola de espanto en el dentista y he decidido venir a refrescarme el gaznate. Ya sé que el dentista esta en el otro lado de la ciudad, pero es que la cola era brutal... ¿Has acabado de ir de compras? ¿Y Pili?
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Pues no te lo creeras Juan, le ha entrado vomitera y la he acompañado a casa. Luego me he encontrado a Jesús en el súper y hemos venido a tomar algo...
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Jajaja... Qué bueno todo esto- terció el llamado Jesús -En fin. Pues lo correcto es que nos vayamos con nuestras respectivas esposas cada uno y mañana será otro día ¿Vale?
Delicioso, ya digo. Empezaron a desfilar haciala puerta y, dado que soy un gran observador y un pésimo bromista, decidí añadir un comentario.
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Amigos, he de decir que eso sería lo correcto, pero no lo justo.
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¿Qué quieres decir, entrañable y discreto camarero?- Me dijo el tal Juan.
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Pues que usted y la rubia aún no han tenido su sexo, mientras que, por la cara de satisfacción que tiene la otra parejita, esta claro que vienen de hacerlo. Si quieren, para que todo esto sea algo justo y además correcto, en arreglo al mantenimiento de tan caros matrimonios, les puedo dejar la trastienda un rato...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Vaya, vaya. Un lío de faldas en contexto pizzero, la cosa tiene tintes austerianos.
Menos mal que entre tanta farsa siempre hay alguien cuerdo que dice verdades como puñox.
¡Anímate a hacernos de canguro de Abbott!

Anónimo dijo...

Cuando tenga montada la versión sin recortes y con escenas guarras ya volveré, mendiós!

Anónimo dijo...

sexo sexo sexo

eso sí, a lo Amelie, que tiemble to' el local!!!