lunes, diciembre 04, 2006

Contextos.

Aunque ya sea rozando la esfera de lo inapropiadamente inhumano, conceptos como demodé, outsider, vintage, y todos esos tecnicismos tendenciosos cuyo significado es más fruto de una intuición colectiva que algo apenas definible en cuanto nos ponemos a ser concretos, no consiguen salir de la voluntariedad bizarra y creativa. Creo que hay una belleza fascinante en la descontextualización involuntaria. Creo que late una profunda crítica al ser humano cuando, en un viaje de autobús entre Tarragona y Madrid, y después de cinco calurosas horas, al conductor le da por pasar "El acorazado Potemkin" en la tele. Me aturde y me maravilla la ironía implícita que subyace a la idea de traducir Otelo al vasco. Creo en la fuerza de voluntad que nos lleva de manera infalible al error y el fracaso más estrepitosos. No sé bien que quiero decir, como ya habrán notado los más avispados lectores. Supongo que sólo quiero justificarme. Hubo quien no entendió, y hasta criticó, que tras el accidente en el que el autobús Tarragona-Madrid quedara tumbado en la cuneta y los bomberos comenzaran a sacar gente de aquel amasijo de hierros, yo exclamase "Sáquenme de aquí el último, que quiero acabar de ver la peli del submarino".

1 comentario:

Anónimo dijo...

A mí me pasó lo mismo con 'Das Barc' mendiós!