domingo, febrero 04, 2007

La caja cabrona.

La pared del fondo de la pizzería tenía un aspecto vacuo. Decidí poner un pantallón de 98 pulgadas green binitron con trilby underround system que te rilas. Hoy en día debes tener una tele en tu negocio de hostelería aunque lleves un BBC. Atonta y agrada. Da ambiente, que diría Ron Howard. El sábado del estreno estaba el local lleno, y era el prime time, o timo a los primos en castellano. La puse a todo volumen para ver la aceptación del cacharro y, la verdad es que empezó bien. Mercedes Milá daba a conocer el ganador del Gran Triunfo y la expectación era máxima, aunque algunos cuarentones intelectualillos parecían deprimidos. Para tener contento al personal cambié al futbol, Lazio y Compostela dirimían sus fuerzas en el campo. Fue un error, sólo lo miraban mis camareros, ya que algunos clientes siguieron con sus conversaciones, y otros gritaban "Ostia, ya va el fumbo, pide la cuenta y cagando leches pa casa". Con el local medio vacio, o medio lleno según un informe del vendedor de perritos calientes de la otra esquina, volví a zappear.
-...un exceso de pizzas provoca cáncer de corazón irreversible según expertos de la Universidad de Shangai, los cuales han asegurado que en ciertas pizzerías españolas se mean encima de la masa para darle cuajo y...- Era el cabrón de informe semanal, arruinándome en directo, cambié raudo a pesar de que sólo dos mesas permanecían aguantando la náusea educadamente.
-...ha sido detenido Piotr Safranski por asesinato y estafa múltiple, los mismos delitos que su tía Adela Safranski. La policía investiga cuántos Safranskis pueden estar implicados en el ajo y bla bla bla...- Maldita prensa amarilla. No puedo perdonar semejante extrapolación, es un ultraje a mi imagen. La escasa clientela que quedaba, junto a todos mis camareros, huyeron despavoridos del local, dejándome a solas con Menguile, mi extraño cocinero experimental.
-¿Crees que soy un asesino? Y lo que es más importante ¿Te meas en la masa de la pizza?
-No a las dos preguntas. A lo mejor tendría que volver a poner la máquina de dardos en lugar de la tele. La podemos poner en la cocina, pegada a la puerta de la nevera, sería gracioso jajaja...
Cuando la gente empieza a decir jajaja o bla bla bla yo dejo de escuchar, porque nunca me entero. Me quedé mirando un documental de La 2, en el que se veía un león solitario, como yo. Apoyado con una pata sobre otra encima de una roca, como yo encima de la barra. Con la mirada perdida en la sabana africana, como yo con la mirada perdida en su mirada. Y con una hiena a unos metros, riendo sin cesar de un chiste que sólo los de su especie entendían, igualico que yo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

mendiós! que de cabronas está el mundo lleno

Anónimo dijo...

Estoy con Menguile, la máquina de dardos le dará al local un toque de decadencia aristocrática que hará subir exponencialmente la venta de panninis.
Con la tele puedes hacer una raviolis al plasma para chuparse los dedos.

Anónimo dijo...

Ei pizzero!

Diuen q el pipi fa desaparèixer els grans de la cara. Potser una pizza pixada fóra un bon invent...

Escatologies a part, el nostre nen ja té cangur: l'Emma, q es passarà un cop al dia per casa mentre som fora. He pensat, però, que potser t'agradaria passar uns dies de vacances a Bcn. Et podem passar un joc de claus i ocupes la casa!
Ja em diràs.
una abraçada!