Qué remedio.
No voy a hablar de inspiración porque hasta a mí me da la risa, pero sí que se me disiparon las ganas de escribir en mi estimado blog. Los más avispados incluso lo habrán notado.
Conseguí decir "monrovia reiterada" en un contexto genuino, lástima que sólo lo oyó el larguero de una portería de Balaídos, y no debió enterarse del todo porque lo dije al tiempo que Generelo remataba de cabeza a dicho larguero.
Supongo que ya volverán las ganas, por eso de la navidad y los reencuentros. Si no vuelven, pues supongo que comenzaré a frotarme flores de bach por el gaznate, a aplicarme moxibustión en la rabadilla, a imbuirme de fitoterapia celulítica, o a lo que haga falta. Hasta entonces, saludos.