viernes, junio 09, 2006

Triunfo infinito.













Volvía grave del funeral de un conocido.
Aturdido por las palabras del cura
"eterno", "paraiso", "infierno",
"diox", "almas" y similares.
Asustado por no sentir mía ninguna de ellas
cuando, al margen del camino
vi un perro muerto
desde hacía ya tiempo.
Asquerosamente descompuesto.
Pensé en que lo único eterno
con lo que podemos contar
es en la eterna victoria
de lo concreto sobre lo abstracto.
No me convertí en Izo,
ni falta que hizo.
Lo enterré y me alejé
silbando
"Back in U.S.S.R."
por ejemplo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No cabe duda, lo único que nos une a todos es lo supino de nuestro final.

Anónimo dijo...

Podrías haber dicho: "The show must go on". Pega más.